martes, 10 de mayo de 2011

A mi Pichí

Qué capacidad tienen algunas personas para seguir adelante día a día a pesar de que las circunstancias no te acompañen. Por cada día, mes y año que pasa, me veo más incapaz de formar una familia, no sé si podría aguantar el que a mi hijo/a le pasase algo, no sé cómo podría seguir para adelante.
Leyendo lo que he escrito arriba pensaréis que algo me ha pasado, sí, ayer me volvió a pasar algo que no me esperaba y que me ha hecho recordar muchísimas cosas que, por desgracia, ya he vivido varias veces, ayer se murió mi Pichí.
Fue una muerte absurda, que no llegas a entender, pero bueno, ya no tiene remedio y no voy a intentar flagelarme más por ello.
Parece mentira lo que puedes llegar a querer a un animalillo que no sobresale ni una palma del suelo, con el que no has estado ni tres meses conviviendo, pero que has criado y le has dado todo tu cariño, y por supuesto, también lo has recibido de la única forma que te lo puede demostrar: pegándote mordisquitos, poniéndose contento y moviendo la colita cada vez que te veía aparecer por la puerta, requiriendo tus caricias cuando las necesitaba, .... muchas cosas que, para el que no lo haya vivido quizás les resulten hasta ridículas, pero no lo son, os digo que no lo son.
Este escrito va dedicado a "mi pequeño pollo" (como yo lo llamaba) a mi Pichí, donde quieras que estés seguro que estás alegrando a todos los que contigo estén porque, tan chico como eras, eres maravilloso. Te quiero Pichí.

lunes, 14 de marzo de 2011

Pichí

Mi familia se ha ampliado con un nuevo miembro que se llama "Pichí".
No os creáis que ha sido fácil aceptar el nombre, supongo que es porque no se me ocurrió a mí, y supongo y sé que, principalmente, es por la relación emocional tan negativa que me une al "dueño" del nombre, ya sabéis el pajarillo que tenía Heidi.
La verdad es que nunca tragué a Heidi, lo siento si me pongo en contra de millones de niñ@s que absortos miraban a la pantalla del televisor para verla. ¿Cómo iba a poder tragarme a un dibujito de una niña al que le habían colocado una voz de señora mayor, disfrazada de pueril, que quería hacernos entender lo maravillosa que era la vida cuando, al mismo tiempo, te estaban todo el día puteando? ¡¡¡Eso no hay quien se lo trague!!!
Igual mis pensamientos por aquellos tiempos, sin saberlo, ya eran demasiado avanzados para la época, no sé, la cuestión es que nunca me gustó. Ahora sí, el único que se libraba de mi criba era Pedro, sería porque lo relacionaba más con un niño: patoso, gracioso, cariñoso, pueril, vergonzoso, .... lo dicho, un niño, como lo era yo, así que me podía ver reflajada en él.
Los creadores de los dibujos animados de la época, pensando desde la distancia temporal, pretendían transmitirnos unos valores desde diferentes percepciones y casi todas estas ideas las recuerdo muy negativas: la idea de la pérdida, tal es el caso de  "Marco" y su búsqueda constante de la madre que lo abandona, para buscarle una vida mejor, pero a mí me transmitía el sentimiento de abandono y de a ver si había suerte y en este capítulo la encontraba; de la pena, como sucedía con la susodicha "Heidi", y otros tantos,..... ¿Qué triste no?
Hace unos días comentaba con una persona muy importante para mí, que me acordaba que cuando yo era pequeña y veía los dibujos animados en mi casa, los instantes previos a estar sentada delante del televisor siempre eran un momento especial, llegaba corriendo del colegio para no perderme ni un segundo de mi  momento, de "LOS DIBUJOS ANIMADOS" ("Banner y Flappy", "El osito Misha"," La abeja Maya", y siendo ya un poco más mayorcita mi querida y, por cierto, tristísima, "Candy-Candy") y siempre que me disponía a verlos, pensaba: "¿Cómo es posible que a los mayores no les gusten los dibujitos?"
Aunque, en este tema, tengo que decir, que la excepción confirma la regla, y ese es mi padre. Era el primero que, si podía, se sentaba a ver los dibujos con nosotras (con mi hermana y conmigo), tampoco cualquier dibujo, sus preferidos eran los de "Tom y Jerry" y los de "la Pantera Rosa", pero bueno, mi padre es mención aparte.....

No sé en qué momento de mi vida, ni con qué edad, pero también llegó mi hora de no gustarme los dibujos animados, supongo que "me hice mayor". Es más, con algunos como "Heidi" es que no puedo ni verlos, son demasiado tristes y no me aportan lo que siempre quería encontrar en un dibujito animado, la valentía que me proporcinaba Maya, el valor de la amistad que me aportaba "Willy", el amor incipiente que me brindaban Candy y su corte de pretendientes, el poder de una carta que te transmitía Misha,...
Bueno, regreso al tema, que como me ponga a pensar, se me va la cabeza!!! Lo dicho, el nuevo miembro de mi familia se llama Pichí, es un "agapornis papillero" y te tienes que reir con él siendo todavía un mico sin pluma alguna!!

P.D: Podréis pensar que cómo es que le voy a poner al final ese nombre si me transmite todas las connotaciones que os he mencionado? Muy simple: ¡a ver si me reconcilio con mi Heidi "particular", que por mí no quede!

jueves, 10 de marzo de 2011

El poder del momento

Qué importancia le damos a las cosas y qué rápido, esa misma importancia desaparece, ¿verdad?  Lo comento porque no creo (espero) que sea la única persona que sufre esa bipolaridad.
Además, tengo la capacidad de adelantarme a las situaciones, aunque, en verdad no creo que sea una capacidad, en mi caso, más bien lo entiendo como una "discapacidad", no es saludable que tu mente tenga vida propia, que vaya más allá de lo que te gustaría, que nunca deje de maquinar....
De vez en cuando estaría bien que las cosas vengan sin haberlo previsto, que las situaciones/personas te sorprendan, que no se cumplan tus "predicciones", pero,...... algun@s son demasiado predecibles!!!
Bueno, regreso al asunto del título: Cómo es posible que lo que creíamos que nos estaba ahogando hace 10 segundos, de repente, como por arte de magia, deje de agobiarnos y nos "demos cuenta" de que no era para tanto, que el agobio de hace 10 segundos era una "paja mental" que tú mismo te estabas haciendo y que no era realmente cierto. ¿Cómo es posible ésto? ¡¡¡Qué poder tiene el momento!!!
Está claro que el "poder" lo tiene porque nosotros se lo proporcionamos, pero además, sin dilación alguna, ¡ah, que me han dicho que te han visto que me han contado......!!! Y, lo peor de todo, es que después de estar minutos, horas, días con esta maldita maquinación particular, te viene un pensamiento, tu pareja, un amig@ y de un trás te echa al traste este tiempo absurdo de estupidez mental.
Asi que hoy he decidido que me voy a dedicar a bloquear mis propias pajas mentales, y hago bien diciendo el bloquear "mis" pajas mentales, porque no sé porqué, mira qué incongruencia más grande.... en bloquear las pajas mentales de los demás no tengo ningún problema!!!
Qué cierto el dicho de: ¡¡¡Ve la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el propio!!!. Pues la mía, en este caso, no es una viga, es un bloque entero.!!!

Ha llovido bastante...

  Sí, está claro que escribo a trompicones, pero es que, como todo lo demás en mí, si surge, surge y si no, pues ya sabes.. pasan más de se...